Parcial Domiciliario
Julia Fullerton
Batten - Prava (The Bird Boy), 2008
Denotación:
Un espacio interior, con un empapelado floral y friso de madera oscura, un piso
de otro tipo de madera, una ventana con rejas amplias, una chimenea y dos
sillones (uno de tres cuerpos, con tapiz beige claro, y otro individual, blanco
y floreado) más una pequeña banqueta a un lado del sillón más grande como
únicos muebles que lo revisten. Todo está sucio y descuidado. Del techo cuelgan
siete jaulas para pájaros, mientras que otras dos se encuentran en el suelo y
otra más se apoya en la banqueta, todas de diferentes modelos y tamaños. Las
aves están dispersas por todo el lugar, posadas sobre las jaulas, los sillones
o sobre el friso. En el centro de la escena, un niño vestido con prendas
también sucias y un tanto estropeadas, descalzo, sostiene entre ambas manos un
pájaro de color verde.
Connotación:
Un niño se encuentra en la vieja sala de estar de la casa que compartía con su
familia. Aquel lugar que alguna vez fue un cálido hogar se ha convertido en su
propio fantasma. Reina la ausencia, la desolación, la tristeza. Él, abandonado,
olvidado y perdido, parece pensar en algo. Tal vez recuerde aquel tiempo en el
que fue feliz. Quizás intente borrar sus penas contemplando a sus pájaros,
viéndolos volar más alto de lo que él jamás podría, pero tal vez tema que se
alejen demasiado y nunca vuelvan. Ese miedo a perderlos lo obliga a condenarlos
al encierro junto con él. El tiempo pasa y cuanto más pasa su confusión se hace
más grande. Aún espera por su libertad, sin saber que su único impedimento no
es más que producto de su imaginación.
Procedimientos
de connotación:
· Trucaje:
Algunas de las aves fueron colocadas digitalmente en una posición y un sector
del cuadro particulares, con la intención de no abandonar la apariencia real e
inmotivada de la pose de los animales al momento de producirse la foto.
· Pose:
En este caso me concentré en la pose del niño. A través de ella se construyen
conceptos tales como fragilidad, inocencia o desamparo, pudiéndose asimilar con
la imagen de quien pide algo con misericordia, tanto por la postura un tanto
encorvada, identificable por la curvatura de sus rodillas, como por la posición
de sus manos y su mirada desoladora, perdida en la esperanza. Eso que parece
suplicar no tendría que ver con algo tangible o de valor material, sino más
bien con aquello que posiblemente le haya sido arrebatado o que él mismo dejó
atrás: el amor o el recuerdo de su familia, un propósito en la vida, su
dignidad o su propia libertad. El hecho de que apenas sea un niño también influye
en la percepción de su persona dentro del contexto planteado, puesto que la
carga psicológica con la que parece lidiar se hace más lamentable cuando se
repara en que aún no ha vivido lo suficiente, y que ese momento particular de su
vida debería ser uno de los más felices y memorables.
· Objeto:
En primera instancia, la ambientación de la escena en su conjunto, mediante de
la disposición de los objetos, alude a la idea de un espacio de reunión
familiar, un lugar cálido y acogedor. Luego, por el deterioro de los pisos, de
las paredes empapeladas y especialmente de los sillones, además del aspecto
inhóspito que adopta por la suciedad de las aves, se introduce la concepción de
que hace tiempo permanece abandonado, y que ahora no sólo no trasmite aquella
sensación afable, sino que produce su sentido contrario, el de un ambiente indigno,
despreciable, y con esa nueva idea rodea y construye la imagen del niño.
Otro
factor fundamental es la presencia de los pájaros, símbolo de libertad por excelencia,
que en este caso actúa como elemento contradictorio. Si bien los animales se
encuentran fuera de sus jaulas, como una primera manifestación de su rebeldía
contra el encierro, siguen atrapados en ese espacio aún más asfixiante, otro
aspecto que se construye con la ventana cerrada y sus vidrios opacos de suciedad
que nublan la visión hacia el exterior. De esta forma se logra introducir una
sensación de angustia y ofuscación que nuevamente se contrapone con la actitud
pasiva y abstraída del chico en el centro.
· Fotogenia:
Se perciben tres fuentes principales de iluminación artificial y blanda que
varían en intensidad. La más potente, aunque difusa, invade la mayor parte del
escenario desde fuera del decorado, entrando por derecha en el hueco de la
ventana, y proporciona una ambientación lumínica tenue, uniforme y levemente
fría, jugando con la creación de sombras suaves y a la vez perturbadoras. Sin
embargo el efecto logra naturalizarse, siendo semejante al de la luz solar en
un día nublado. Se distingue una segunda luz mucho más sutil que proviene desde
el frente y completa la atmósfera nebulosa que envuelve al personaje. La
tercera fuente es más puntual, dirigida al rostro del niño. Ésta última acentúa
su expresión absorta, descubre su mirar casi inconsciente.
· Esteticismo:
No fue utilizado.
· Sintaxis:
En esta imagen pueden leerse ambos tipos de sintaxis. La primera, isotópica,
construye una coherencia semántica mediante los elementos que en su conjunto dan
cuenta de un espacio familiar, hogareño (sillones, chimenea, alfombra
estampada, banqueta, paredes empapeladas con un motivo floral estándar), que
además se encuentra totalmente descuidado, abandonado y olvidado, más la figura
del niño de expresión alelada, que sumado a la composición anterior produce la
misma sensación desolada. La segunda categoría sintagmática, alotópica, se basa
en el contraste de sentidos provocado por la totalidad de elementos mencionados
en relación a las figuras de los pájaros, que por otro lado se destacan del
fondo con tonos más vibrantes. El aparente desconcierto que introducen estos
animales como símbolos en el contexto construido invita a elaborar un
significado particular por parte del espectador.
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